domingo, 13 de marzo de 2011

Queso fresco

Esta receta no sólo sirve para conseguir queso fresco sino, además, el suero de la leche de vaca. En otra entrada hablaré de sus propiedades porque creo que no debemos dejarlas pasar por alto.

Ingredientes:


2 l leche entera
2 yogures naturales sin azúcar
1 limón

Necesitaremos además una gasa, de venta en farmacias, y un gancho para poder colgar el queso.

Lo primero que tengo que decir es que esta receta no sale igual con cualquier marca de leche, yo he usado la que podéis ver en la foto.

Ponemos a calentar en una olla los 2 litros de leche. Cuando esté a punto de hervir, lo notaremos porque por los bordes empezará a salir una espumita, echaremos los 2 yogures pero no los removeremos. De esta manera se multiplicarán los lactobacilos que lleva el yogur, al estar en un medio caliente. Añadiremos, además, el zumo de un limón y apagaremos el fuego. A partir de ahora, el proceso será el siguiente:





En esta última foto se puede ver que el cuajo ya se ha separado del suero de la leche. Esto ocurrirá unos minutos después de haber echado el zumo de limón, hay que tener paciencia.

Ponemos la gasa en un colador o en un escurridor de verduras. Si queremos aprovechar el suero de la leche podemos hacerlo sobre un bol. Vaciamos en el colador la olla. Quedará algo así:


Y, por otro lado, el suero de la leche:


Pondremos el saquito debajo del chorro de agua fría, mojándolo bien tanto por dentro como por fuera para que se enfríe totalmente el queso. Lo apretaremos bien de manera que quede bien prieto y lo colgamos sobre un gancho para que se quede escurriendo. Cuanto más tiempo lo dejemos así, más consistencia tendrá el queso.


Con estas cantidades me ha salido un queso de unos 350 gramos.


Haciéndolo de esta manera conseguiremos un queso neutro, ni dulce ni salado. A mi me gusta mucho comérmelo con miel o con aceite, sal y orégano.

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