La receta que os traigo hoy me gusta por muchos motivos: es un plato de aprovechamiento ya que lo podemos preparar con cualquier verdura que tengamos en la nevera, lo podemos cocinar con antelación, lo podemos comer frío o caliente, es ligero así que para cenas es perfecto y lo mejor de todo es que es imposible que nos salga mal. ¿Qué vais a cenar hoy?
Ingredientes:
3 calabacines medianos
2 cebollas tiernas
1/2 col o repollo
1 bote de leche evaporada
4 huevos
4 quesitos
aceite
sal
pimienta negra
nuez moscada
mantequilla y harina para el molde
tomate frito
Picamos las cebollas y la col. Los calabacines los cortamos del tamaño que queramos, a mí no me gusta muy pequeño para que se noten en el pastel. Salpimentamos y pochamos todo junto en una cazuela.
Mientras tanto, batimos la leche evaporada (leche Ideal), los huevos y los quesitos. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada.
Esperamos a que se enfríen un poco las verduras y, si es necesario, las escurrimos. En mi caso las escurrí porque la col y los calabacines sueltan mucha agua. Añadimos a la mezcla anterior y vertemos en un molde que habremos untado con mantequilla y espolvoreado con harina.
Horneamos a 170 ºC hasta que esté cuajado, lo comprobaremos pinchando un palillo hasta que salga seco. Tarda más o menos una hora.
Queda muy bien con tomate frito.