Este es un plato típico de los restaurantes chinos pero que, si lo hacemos en casa, sale igual de bueno o más y, lo más importante, sabemos lo que lleva :)
Ingredientes:
6 cucharadas de azúcar
30 g salsa de soja
30 g vinagre de Módena
20 g ketchup
200 ml agua
10 g Maizena
1 cebolla
2 zanahorias
1 calabacín
300-400 g filetes de pechuga de pollo
aceite de oliva virgen extra
En primer lugar preparamos la salsa agridulce calentando la salsa de soja, el vinagre de Módena, el ketchup, el agua y la Maizena. Cuando esté un poco caliente echamos las 6 cucharadas de azúcar y, sin parar de remover, esperamos a que hierva. Cuando hierva irá espesando, lo retiraremos del fuego cuando consigamos el espesor que queramos.
Por otro lado, cortamos la cebolla en láminas cuadradas y en bastoncitos la zanahoria y el calabacín. Calentamos una sartén con aceite de oliva y echamos primero la cebolla, luego la zanahoria y por último el calabacín. ¡Ojo! Tenemos que conseguir que estén al dente, que es como mejor quedan en este plato, así que salteamos unos 3-4 minutos solamente.
Cortamos los filetes de pechuga de pollo a trocitos, los freímos sin que lleguen a coger color y si sueltan agua la desechamos. Añadimos la salsa agridulce y las verduras, removemos y listo.
